jueves, 17 de enero de 2013

VANG VIENG Y VIENTIANE (LAOS)

Del 11 al 16 de enero de 2013

Desde Luang Prabang hasta Vang Vieng fuimos en una mini van, el viajecito era cuatro horas inicialmente pero al final tardamos casi siete, los laosianos se lo toman todo con mucha calma jajaja.

El paisaje del trayecto fue una maravilla, Laos tiene unos paisajes de ensueño.


Se nota que estamos en Laos y es uno de los países más deprimidos del Sudeste Asiático. Los pueblos están a lo largo de la carretera y todas las casas son de bambú. Nada que ver con la desarrollada Tailandia.


 
Durante las siete horas de viaje, estuvimos esquivando por la carretera a los niños que jugaban en ella, los búfalos, las vacas, los cerdos, las gallinas... Un viaje cansado porque la carretera está llena de curvas, pero la verdad es que es muy bonito.

Cansados llegamos a Vang Vieng y nos tomamos una cerveza en un bonito café contemplando este maravilloso atardecer.


El pueblecito es precioso, rodeado de unas montañas impresionantes. Además es muy barato, nos alojamos en "Mountain River View Guesthouse" y la habitación era cojonada, con unas increíbles vistas y sólo pagamos 8 euros la noche. Mirad que vista tan impresionante... bufff



El pueblecito tiene un montón de restaurantes para comer y tomar algo en la orilla del río.


En la cena preguntamos a los camareros por su famosa "fiesta" pero la fiesta aquí se ha acabado... No!!!!!! Con tanta fiesta desenfrenada de alcohol y drogas en el río, el año pasado murieron 27 personas ahogadas y el Gobierno Laosiano el 27 de noviembre de 2012 derrumbó y prohibió todos los bares que había en la orilla del río. Aún así como el sitio es impresionante nos quedamos allí cuatro días.

Uno de los días, nos hicimos una excursión por los alrededores de Vang Vieng, con los amigos alemanes que hicimos en Luang Prabang y que se han venido aquí con nosotros.

La excursión empezó visitando las Cuevas del Elefante, que la verdad es que no tenían nada especial. Lo mejor es el entorno en el que están ubicadas. Tuvimos unos guias "super majetes", mirad cómo se agarraba nuestro guía a Sergio jajaja . Los laosianos son gente muy maja y sobre todo en las zonas rurales .




Después nos fuimos a ver unas cuevas en un flotador gigante. Fue una pena que ese día se levantase nublado e hiciese "friskis". Teníamos que entrar a las cuevas por una pequeña abertura en un lago y dentro estaba totalmente oscuro, te daban una linterna de cabeza para que pudieses ver y nos movíamos por el agua tirando de unas cuerdas. Estuvo muy gracioso y fue toda una experiencia.
 

Las cuevas son super largas, estuvimos casi una hora dentro y no llegamos al final...

Tras la cuevas, nuestro guía nos hizo una barbacoa y después de comer a hacer kayak. El Kayak es algo que no nos llama especialmente la atención pero en un entorno de naturaleza como este fue maravilloso.


Nos hicimos 10 kilómetros por el río, hicimos guerras de agua, nuestros amigos alemanes volcaron, la verdad es que nos echamos unas risas.


Nos encanta este pueblo y sus paisajes. Merece la pena hacerse una escapada aquí aunque ya no haya fiesta.


A mitad de camino, paramos para tomar unas cervecitas con los alemanes y nuestros guías. Que gustito, ya empezábamos a tener dolor de brazos de tanto remar..



Una de las noches nos fuimos a cenar con los alemanes y luego salimos a tomar algo. La verdad es que fiesta ya no tiene casi nada. Lo único que hay que merece la pena es una "Rave" en la jungla y la noche que salimos nosotros no había "Rave". Aún así nos echamos unas risas y acabamos todos pedo por culpa del horrible alcohol laosiano.

El resto de días fueron de relax, disfrutando de Vang Vieng, cervecitas y comiendo bocadillos de pollo!!!! En Laos puedes encontrar pan en todas partes y  comer ricos y baratos bocadillos. Que gusto comer pan después de tanto tiempo, vamos a coger todos los kilos que perdimos en el orfanato...


Con mucha pena nos fuimos de Vang Vieng dejando estas vistas desde la habitación....



Nuestro siguiente destino fue Vientiane, la capital de Laos y tardamos tres horas en llegar en autobús.
En cuanto llegamos, nos despedimos de nuestros amigos alemanes que se iban directamente a un parque natural de Laos y nos pusimos a buscar habitación para dormir.

Encontrar habitación nos costó un montón, todo era caro para nuestro presupuesto y sólo encontramos una pensión de mala muerte en la que pagamos 8 euros con baño compartido... El mismo dinero que pagamos por nuestra maravillosa habitación en Vang Vieng....buffff

Vientiane no tiene nada especial y sólo nos quedamos dos días. Para ser la capital del país es muy tranquila, el primer día fuimos a ver el "Patu Xay" que es como el arco del triunfo.


Después nos fuimos pateando a ver los principales templos de la ciudad.


Visitamos la estupa dorada Taht Luang, que es el símbolo de Vientiane.


Los templos son bonitos pero son más de lo mismo.Ya hemos visto muchas cosas parecidas.



Cuando acabamos de ver los principales monumentos de la ciudad nos fuimos a cenar a un restaurante español que había cerca de nuestra guesthouse. Comimos tortilla de patata, patatas bravas y bocadillo de lomo con tomate... Que placer!!!!



Al día siguiente nos levantamos prontito para ver el Buda Park. En la recepción de la guesthouse, Sergio conoció a una española que había estado haciendo un voluntariado en el norte de Tailandia y ahora estaba viajando por Asia y los tres nos fuimos juntos a la excursión.

Como las excursiones programadas nos costaban casi 20 euros por persona nos buscamos la forma de hacer la excursión por nuestra cuenta. Nos fuimos a la estación central de Vientiane y nos cogimos el autobús local número 14. Tardamos una hora en llegar pero la ida y la vuelta nos costó 1´5 € a cada uno. Ahora que tenemos tiempo tenemos que buscar la forma más barata de hacer las cosas.

El Buda Park está a unos 25 km de Vientiane. Fue construido en 1958 y tiene unas 200 esculturas budistas e hinduistas. en las que se refleja la vida de Buda.

La entrada al parque nos costó 5000 kips , el equivalente a medio euro.

Al entrar al parque te encuentras una especie de calabaza gigante que tiene una boca por la que tienes que entrar a gatas. Aquí estamos los dos en la boca de la calabaza.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

Se puede subir a la parte de arriba por unas empinadas y peligrosas escalerillas, pero merece la pena. Al llegar allí se tienen unas bonitas vistas del parque.


Hay esculturas muy chulas, quedarían preciosas en nuestra terraza jajaja


Ya sabéis que a nosotros nos encantan los budas, os podéis imaginar lo que disfrutamos aquí.


Hay un buda tumbado gigante que es impresionante, mirad el tamaño que tenemos a su lado, parecemos dos diminutos...


Este parque ha sido lo que más nos ha gustado de Vientiane, es diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora y merece la pena una visitilla.


Como ya hemos visto todo lo que queríamos ver en esta ciudad, no nos detenemos más y mañana nos vamos a Vietnam.

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