Para ir a Vietnam estudiamos las distintas opciones, pero los vuelos eran muy caros, casi 250 euros, y al final optamos por cogernos un autobús cama que tardaba 24 horas en llegar y nos costaba 17 euros.
Para entrar en Vietnam, tuvimos que hacernos la visa en Vientiane y nos costó 70 dólares. Demasiado cara para nuestro presupuesto, pero hay que ver Vietnam...
Un taxi nos recogió de nuestra Guest House y nos llevó a la estación de autobuses. Cuando llegamos vimos que casi todo era gente local. Había un par de turistas despistados como nosotros pero poco más. Aquí está Sergio antes de subir al autobús.
El autobús no estaba mal, las camas un poco claustrofóbicas y estrechas pero bueno...
El viaje se hizo muy largo, un día entero metido en un autobús es matador. Además tuvimos que salir del autobús a las siete de la mañana para salir de Laos y entrar en Vietnam. Arreglar los papeles de salida y entrada del país fue una locura. Los vietnamitas fueron muy maleducados, empujaban a todo el mundo para meterse los primeros, no dejaban de pegar gritos, fue lo peor despertarse y tener que pelearse para conseguir el sello en el pasaporte para entrar en Vietnam. Este soy yo en la "maravillosa" frontera de Laos con Vietnam.
Al final el autobús tardó 30 horas en vez de 24 porque los "majos" conductores, decidieron desviarse del camino y parar en todos los pueblos para recoger hierros, gallinas,etc y sacarse un dinerito extra. Que manía les cogimos..
Cansados llegamos a Hanoi y nos cogimos un taxi hasta nuestro hotel, esta vez no estamos para más transporte público local, con estas 30 horas ha sido suficiente.
Nos quedamos en el hotel "Hi Town Ancient", un hotel que está en el centro de Hanoi y que nos costó 11 euros con desayuno incluido.
Nos quedamos dos días en Hanoi. La ciudad es caótica, con un tráfico infernal, todo el día oyendo el claxon de los coches, pero tiene su gracia. Es muy gracioso ver a las mujeres vendiendo la fruta en sus bicicletas y con el gorrito típico Vietnamita.
Visitamos las principales cosas de Hanoi:
Fuimos al Mausoleo de Ho Chi Min, muy parecido al Mausoleo de Lenin en Moscú.
También fuimos a ver la famosa "Pagoda del Pilar Único" que se encuentra cerca del Mausoleo. Es un curioso templo budista cuya estructura está inspirada en una flor de loto.
Nos dimos un paseo por el bonito "Templo de la Literatura", que fue construido en honor a Confucio en el año 1070. Este templo además es famoso porque fue la primera universidad de Vietnam. Es una pasada pasear por sus tranquilos jardines en medio del caos de Hanoi. La entrada cuesta 20.000 Dong, aproximadamente un euro.
Nos dimos un paseo por el lago Hoan Kiem y paseamos por el puente rojo, uno de los lugares más inmortalizados de Hanoi y simbolo emblemático de la capital de Vietnam.
Vimos más templos y templos...
Como podéis ver nos hemos integrado bastante bien en el país. jajaja
Y una de las noches nos dimos un capricho y nos fuimos a cenar un bonito restaurante vietnamita que recomendaba la guía de viajes, el "Highway4".
No podíamos dejar Hanoi sin ir a la Bahía de Halong, una de las siete maravillas naturales del mundo. Para esto no escatimamos y nos cogimos el mejor barco y un crucero de dos días por la Bahía que nos costó 70 euros por persona.
La Bahía de Halong está a menos de 200 kilómetros de Hanoi, pero tardamos cuatro horas en llegar hasta allí. El tráfico de este país es infernal, el autobús adelantaba cuando le daba la gana aunque viniesen coches por el otro carril, había momentos en los que por dos estrechos carriles pasaban tres autobuses a la vez, una locura vamos...
La Bahía de Halong es increíble y eso que en invierno hay mucha neblina y el mal tiempo hace que no luzca como debería. La Bahía de Halong tiene una extensión de unos 1500 km cuadrados y unos 2000 islotes de roca kárstica de distintos tamaños y formas.
La belleza del paisaje es inigualable. Las fotos no hacen justicia..
Navegamos entre los islotes durante dos días y sólo llegamos a ver una pequeña parte de la Bahía.
Uno de los días fuimos a visitar una cueva gigante en uno de los islotes y que al estar iluminada con luces de colores parece de cuento.
Desde la cueva hay unas bonitas vistas de la bahía y del mercado flotante, donde los lugareños venden de todo a precios desorbitados.
Una de las cosas que más nos gustó, fue cuando subimos a lo alto del islote Dao Ti Top, y pudimos observar, desde las alturas, unas vistas de la bahía que quitaban el habla.
Navegando pudimos ver distintos islotes de muy diversas formas y tamaños.
Parecen que emergen de forma mágica desde las profundidades del mar.
Cotilleando por el barco, nos metimos en la cocina y vimos cómo la tripulación estaba cortando el cuello a un ganso y metiendo la sangre en una taza para luego bebérsela ... Buffffff. Es la misma mierda que se bebían los profesores tailandeses del orfanato. Que asco!!! Este es el momento de la matanza.. jajaja
En el barco nos sentaron con una familia francesa y después de cenar tuvimos una divertida charla con ellos en la cubierta del barco, tomando cervecitas y disfrutando de la tranquila bahía.
El corto crucero ha sido una gozada y nos gustaría poder ver esto con un sol resplandeciente y con calor para poder bañarnos, pero aún así ha merecido la pena.
Es uno de los sitios a los que nos gustaría volver...
Al terminar el crucero comimos en un restaurante vietnamita de la Bahia de Halong y regresamos a Hanoi. Pasamos la noche de relax en Hanoi y pensando si íbamos a más sitios por el norte o centro de Vietnam, pero cómo por aquí hace frío, decidimos cogernos un vuelo al día siguiente para ir a Ho Chi Min, en el sur de Vietnam. Allí hace calorcito, no queremos estar más tiempo pasando frío. Además el vuelo nos ha salido muy barato con la compañia de bajo coste Jetstar, hemos pagado 40 euros cada uno y estamos allí en dos horas de vuelo. Así nos evitamos el tren hasta Ho Chi Min, que era la otra opción y tardaba de 30 a 40 horas en llegar.... Buffff
Ya os contaremos en el siguiente capítulo que tal en el sur de Vietnam.
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